Sefia, la lectora, ahora entiende la verdad —el sacrificio— de su pasado, y la tragedia que le avecina el futuro. Y no se detendrá hasta poner a salvo a Archer, hasta alejarlo de las ponzoñosas garras de la Guardia. Porque el Libro, ese oráculo antiguo capaz de recontar el pasado y prever el futuro, ha pronosticado una guerra sin cuartel entre los cinco grandes reinos de Kelanna. El Libro habla de un joven —Archer— que encabezará la disputa, que la llevará a término, pero Sefia ya ha visto perecer a suficientes seres queridos. La Guardia ha asesinado a su padre, su madre y su tía adoptiva. No se llevarán a Archer. Ella no los dejará tomar la vida del joven que ama. Si tan sólo dominara el poder de los Escribas, tal vez conseguiría reescribir la historia y vivir una vida larga y feliz. Pero Sefia descubrirá demasiado tarde que hay una magia aún mayor contra la que podría verse indefensa: el poder de quien controla realmente la historia.